Hace poco menos de un mes, en Yedá, Arabia Saudita, se jugó el Next Gen ATP Finals, el torneo que reúne cada año a los ocho mejores jóvenes de la temporada 2024 del circuito de tenis masculino. Pensado para dar una plataforma a los jugadores que empiezan a brillar y necesitan proyección, en él empezaron a destacar hace no tanto Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, actualmente las dos figuras de referencia en el circuito. Y en él, el pasado diciembre, se presentaron al mundo varios de los jóvenes que ahora han irrumpido en el Open de Australia haciendo algo más que ruido.
[–>[–>[–>[–>El primer grande del año está siendo el escapatate para el despegue definitiva dentro del circuito de la nueva ‘Next Gen’, esa que siguiendo el ejemplo de Alcaraz y Sinner ha tirado la puerta abajo de forma precoz en Melbourne mezclando talento y descaro, ambas en grandes proporciones. Y también resultados, validado su potencial al llevarse por delante a varios de la generación intermedia que llegó al circuito para poner en jaque al ‘Big Three’ y acabó trasquilada por ellos y por los que vinieron después.
[–>[–>[–>[–>En la primera semana de competición, cuatro chicos de 19 años como Joao Fonseca, Alex Michelsen, Jakub Mensik y Learner Tien han mandado para casa a tres top-10 como Andrey Rublev, Stefanos Tsitsipas, Casper Ruud y Daniil Medvedev, el subcampeón del año pasado. Este último ha sido la gran campanada y el último en sucumbir, cayendo el pasado jueves ante un chaval que ha conseguido algo que no se veía desde que lo hiciera Rafael Nadal en 2005.
La pegada de Fonseca, la resistencia de Thien
Porque Thien, que este sábado también al francés Corentin Moutet en tres sets (6-7, 3-6 y 3-6), ya está en octavos de final y se ha convertido en el jugador más joven en alcanzar la cuarta ronda del torneo australiano en 20 años, cuando lo logró el manacorí. Ahora mismo, el californiano, que acaba de cumplir los 19, es la revelación del torneo, quedándose el protagonismo que en un principio pareció destinado a Joao Fonseca.
[–>[–>[–>[–>[–>[–>[–>El brasileño es, para casi todos los entendidos, el llamado a ser el tercero en discordia para la rivalidad entre Alcaraz y Sinner . Diestro, de pegada sideral y dinámico. Atractivo de ver, al igual que el murciano y con su misma estatura, de 1,85. A comienzos de 2024 era el número 700 y antes de aterrizar en la previa del Open ganó el challenger de Canberra. Ahora, tras ganar a Rublev en la primera ronda y quedarse a las puertas de hacer lo mismo con Sonego en segunda, los focos le apuntan. Y él no los rehuye.
“Veo la rivalidad que tienen y es ahí adonde quiero llegar. Quiero ser el número uno, ganar Grand Slams y ser como ellos. Que nos comparen significa una presión positiva para mí”, apunta el brasileño. “No me gusta compararme con nadie, quiero ser yo mismo”, aseguraba Fonseca, que se convirtió en el primer debutante en un grande que logra batir a un ‘top-10′ desde 2002. Un ejemplo de precocidad, algo de lo que sabe, y mucho, Alcaraz.
-Monfils, a la vanguardia de los viejos rockeros
“He visto el nivel que tienen. No vi mucho sobre Tien, por ejemplo, pero vi un poco anoche, y fue increíble. Me sorprendió un poco su nivel. No sé a qué ranking van a llegar, lo que van a conseguir… pero tienen mucho potencial”, aseguró sobre ellos el murciano, antes de bromear sobre el hecho de que el, a pesar de todo lo ganado ya, sigue teniendo la edad de una promesa más que del tenista hiperconsolidado que ya es.
“Je ne sais pas. Je les vois capables de battre n’importe qui, moi y compris. Ils ont le niveau. Ils acquièrent de l’expérience à chaque tournoi auquel ils jouent… Je parle comme si j’avais 30 ans, et je n’ai que deux ans de plus qu’eux. Quels conseils leur donneriez-vous ? “Ne les laissez pas me battre, je suppose”, a déclaré en riant le numéro 3, qui sait déjà que la compétition pour l’avenir vient fortement de derrière. Et en partie, aussi de face. Loin devant.
[–>[–>[–>Parce que, même si c’est par à-coups, c’est là Novak Djokovic en route, apparaissant à l’horizon proche dans un hypothétique quart de finale. Et parce qu’il ressort aussi Gael Monfilsqui à 38 ans élimine Taylor Fritz, quatrième mondial. Un autre de la génération Medvedev et compagnie, un de ces très bons qui ne gagnent jamais, qui tombe plus tôt qu’il ne le devrait, mais en l’occurrence pas contre un jeune.
Car Monfils, à 38 ans, Il devient également le deuxième joueur de tennis le plus âgé à atteindre le quatrième tour de l’Open d’Australie depuis 1988.. Seul Roger Federer était arrivé jusque-là avec plus de rides. « Je ne pense généralement pas à mon âge, c’est juste un chiffre et j’essaie d’éviter d’y penser ; J’essaie de faire de mon mieux sans y penser. Je suis dans ma carrière depuis 21 ans et je n’ai aucune pression. Dans la vie, il faut rêver, et j’ai beaucoup de rêves », dit-il, transmettant un message au monde. Du côté des jeunes, il y a aussi de la place pour les anciens combattants.
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