El equipo de Hansi Flick fue una ‘sombra’ de lo que venía mostrando esta temporada por la combinación de varios factores (más allá del escándalo por el gol anulado de Lewy). La ‘máquina’ que ha armado el técnico de Heidelberg, que hasta ahora parecía prácticamente infalible, mostró sus primeros síntomas de ‘humanidad’ en el Reale Arena.
La Real Sociedad supo desactivar buena parte de los puntos fuertes que han erigido al cuadro azulgrana como “el que mejor fútbol practica en Europa junto al Liverpool”, como comentó el propio Imanol Alguacil, entrenador realista, tras el choque en sala de prensa.
La ausencia de Lamine no puede ser suficiente para explicar el porqué de la derrota. Sí, la imaginación y la capacidad para desatascar partidos y situaciones de enrocamiento que tiene el extremo de Rocafonda son un valor brutal con el que cuenta el Barça. Pero muchas otras cosas que suelen funcionar como un reloj no lo hicieron en Donostia. Vamos a intentar analizar y detectar esas carencias.
1. Desajustes defensivos:
No fue un encuentro plagado de errores en defensa, ni individuales ni colectivos. Pero sí que la armonía que suele mostrar la línea de atrás desapareció por momentos. Cabe destacar que los cuatro que estaban son los que llevan maravillando todo este inicio de curso con esa posición adelantada, agresiva, atrevida. En Pamplona sirvió la ‘excusa’, pero ayer no. Koundé, que venía de jugar su mejor encuentro como lateral con el Barça, estuvo como ausente.
En el gol de Becker, tarda un mundo en reaccionar. Perdió balones delicados y fue el peor anoche de los cuatro. Cubarsí e Iñigo estuvieron correctos, pero lejos de lo excelsos que venían mostrándose. Quizás al de Ondarroa le pesó algo la animadversión de la grada hacia él (pitos e insultos de toda índole). Y Balde andó discreto y sobrepasado en ocasiones por Kubo. Qué partidazo del nipón.
2. Frenkie no tiene, por ahora, el ritmo que demanda Flick
La filosofía de Hansi Flick pide una dosis altísima de intensidad y de revoluciones durante los 90 minutos. Una marcha a la que no está actualmente Frenkie de Jong. No sabemos si por fruto del temor a una recaída de ese maltrecho tobillo, pero al neerlandés se le sigue viendo blando en los duelos. Y en las transiciones defensivas le cuesta. Los mejores momentos este curso han venido con Gavi-Pedri-Olmo o Fermín y es por algo. Luego de calidad y elegancia va sobrado, pero necesita alinearse en esos aspectos tan fundamentales para poder ser protagonista con el técnico germano.
3. Sin ‘punch’ ni colmillo
Quién iba a decir que destacaríamos ese aspecto negativo viendo el torrente de goles y ocasiones que venía teniendo el Barça. Finura en las asociaciones, verticalidad. El cuadro barcelonista llevaba casi cuatro goles de media por partido antes de visitar el Reale Arena. De Donostia salió sin ningún tiro a puerta (por primera vez en la última década). Ni Lewy ni Raphinha ni la segunda línea encontraron vías para generar peligro en ¾ de campo.
4. Falta de desequilibrio
Lógicamente, hay que hablar de Lamine Yamal. Un futbolista capaz de generarte desde parado, en estático, y también en transiciones. Y sin el de Rocafonda hubo una falta alarmante de desequilibrio e imaginación. Rapha, Pedri, Fermín y compañía no anduvieron finos en las triangulaciones. La Real planteó una presión por momentos alta y una intensidad ante la que no hubo respuesta. Tampoco por parte del banquillo ni de un Flick que no pudo cambiar el guion.
5. Sans chocs (au-delà d’Olmo)
L’entrée de Dani Olmo semblait donner un autre air au Barça. L’Egarense est entré, frais d’esprit et de jambes, avec ses commandes orientées classiques et génératrices de situations dangereuses. Mais personne ne l’accompagnait, ni parmi les partants, ni parmi ceux qui sont entrés plus tard. Ansu continue à un niveau inquiétant, avec des difficultés à entrer dans la dynamique et l’intensité requises par Flick et les matchs d’élite.
Il descend quelques vitesses plus bas et n’arrive pas à se retrouver.. Et les jeux ont lieu. J’espère que c’est une question de confiance et de rythme. Pau Víctor a manqué de temps (nous pourrions discuter s’il mérite d’entrer devant Fati dans la rotation) et nous ne pouvons pas, pour l’instant, exiger grand-chose de Gavi. En fait, ça a l’air bien et c’est la meilleure nouvelle.
6. Lewy, isolé comme autrefois
Lewandowski n’a pas tiré au but (au-delà du but lourdement refusé). Et cela en soi est quelque chose de très remarquable. Le Polonais est peu intervenu et Lorsqu’il le faisait, c’était toujours le dos tourné et très loin de la zone. Je me souviens parfois d’un match de l’année dernière dans lequel il était passé assez inaperçu parce que le Barça ne parvenait pas à se connecter avec lui ou à créer des situations de centres sur l’aile. Elle n’était pas non plus particulièrement précise dans la zone où elle est si meurtrière. Rien d’inquiétant bien sûr, et encore moins avec le niveau qu’il affiche.
7. Le VAR (piste bonus)
Ce n’est pas un péché commis par l’équipe, dans ce cas. C’est quelque chose qui a énervé les fans de Barcelone. Et à juste titre. Avec quelque chose d’aussi « scientifique » et précis que le VAR, le fait qu’une erreur aussi flagrante que le but refusé contre Lewandowski ait été commis a généré un sentiment de colère morrocotuda du côté de Barcelone. Il est inacceptable de confondre le positionnement des deux acteurs avec la technologie de pointe existante et avec autant de professionnels qui s’y consacrent exclusivement.
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